miércoles, 29 de enero de 2014

Jelsa, una historia de amor verdadero...



Jelsa una historia de amor verdadero.


                                                                       Parte I



 Capítulo 1. "El principio."


[EDITADO]



Durante las primaveras, Jack Frost se pasaba la mayor parte del tiempo visitando distintos lugares del mundo, sin rumbo definido, hasta que un día llegó a Arendelle, donde vivía una persona muy parecida a él. Su nombre era Elsa, princesa de Arendelle. Jack y ella compartían los mismos poderes de hielo y el sentimiento de incomprensión; no es fácil aceptar que alguien es diferente, pero cuando dos "diferentes" se conocen las cosas ya no son tan malas.

Cuando Jack conoció a Elsa, ella tenía tan solo cinco años. Él no solo se sorprendió por sus poderes, idénticos a los suyos, sino porque ella lo podía ver claramente. Jack solía sentirse muy solitario porque las personas que no creían en él, por lo cual no podían verlo, pero ¡ella si pudo! Ella era diferente al resto de las personas, ella parecía comprenderlo todo con sus grandes ojos atentos, ella de alguna manera le recordaba el sentimiento de estar vivo. Desde ese entonces se hicieron grandes amigos, pero en secreto, porque como solo ella lo podía ver, no querían que los demás creyeran que Elsa se había vuelto loca.

Los años pasaron, y los poderes de Elsa fueron aumentando y ella ya no era capaz de controlarlos, eran demasiado fuertes para ella sola. En cuanto a Jack, desapareció y dejó de ir a visitar a su pequeña amiga de grandes ojos celestes. Elsa se sintió completamente destrozada por perder a su amigo, el único que realmente llegaba a comprenderla, el único que la podía ayudar a controlar todo el asunto de los poderes. Él nunca volvió y ella se fue olvidando poco a poco de él.

La vida siguió su curso, a pesar de todo; Elsa cumplió la mayoría de edad para aceptar el cargo de ser reina de Arendelle ya que sus padres habían fallecido tres años antes. Luego, su vida toma giros inesperados. Su secreto mayor guardado es revelado y gracias a ello, su Reino entero estuvo en peligro. Incluso, por accidente, congeló el corazón de su querida hermana. Hasta que un acto le enseñó que el amor verdadero es capaz de descongelar un corazón helado. O bueno, eso había interpretado. A demás de su hermana, ¿qué iba a saber Elsa de amor verdadero? No es que los hombres hiciesen fila para conocerla después de haber congelado Arendelle. Le agradecía a los cielos que aún era una Reina respetada.

 Pero... Elsa no podía evitar pasar los días mirando lo felices y enamorados que estaban Kristoff y Anna juntos y sentirse... triste. Habían pasado meses desde que profesaron su amor, y la Reina trataba de consolarse por su soledad. A pesar de todo, la comprensión y el cariño de su hermana, ella se seguía sintiendo un monstruo, y como ella lo veía, nadie puede amar a un monstruo.
Hasta que un fatídico día decidió huir por un tiempo de su hogar para volver a su palacio de hielo en las montañas para poder estar a solas, a pesar de que más solitaria de lo que se sentía no podía estar. Pero su palacio había sido destrozado por una fuerte tormenta hacía tiempo ya, por lo cual tuvo que volver a construirlo -con sus poderes, claro estaba. Con toda la atención que le prestó a la reconstrucción de su palacio, no pudo distinguir a Jack, su viejo amigo de la infancia, que la había visto a lo lejos y la estaba siguiendo.

Su sonrisa, ya de por sí traviesa, se intensificó aún más. Jack había volado por horas, gritándole a los vientos lo emocionado que estaba. Esa misma tarde, luego de horas trabajando para llevarle diversión a los niños del mundo en época invernal, recibió la noticia de que había sido designado como Guardián protector por el Espíritu más importante y poderoso de todos: Hombre de la Luna. Claramente, él lo puede ver y saber todo, por lo que por obvias razones, Jack iba a ser perfecto para su puesto. No cualquier  Guardián obtiene ese beneficio; cuidar a alguien quien puramente lo necesita, requiere de mucha responsabilidad aunque Frost no la tuviese. Eso mismo pensaban el resto de los Guardianes al darle las buenas nuevas a Jack y verlo salir volando hacia su destino con total alegría.

-¿Estás seguro de que podemos dejar que Jack sea Guardián de alguien? - Bunnymund, el Conejo de Pascuas, le decía a Norte con notable alarma en su voz. - ¡Me refiero a que siempre hecha todo a perder!

-Solo espero que ese muchacho no se meta en problemas. -suspiró Norte. A fin de cuentas, a todos les tocaba proteger, ser Guardián de alguien en casos especiales. Y Hombre de la Luna jamás se equivoca. Su barriga dio un vuelco, pero el Guardián barbudo no le dio importancia y continuó con sus labores.

¡Esto será grandioso! Jack no podría estar más regocijado al saber quién sería su protegida, la mismísima Reina de las Nieves. Había oído mucho sobre ella, pero sobretodo, la conocía, tenían cierta historia que iba a revivir. Y estaba ansioso por comenzar con su práctica. Voló a favor del viento por unas horas hasta que llegó a aquel lejano Reino. Pero su Reina no estaba allí. Según rumores que logró oír, se habría marchado en dirección a las montañas a Dios sabía dónde. No perdió un segundo en despegar y dirigirse hacia allí. Hasta que a la lejanía, vio un pequeño punto celeste que sobresalía de la nieve perenne que pintaba los picos de las montañas. Y allí estaba Elsa.

El corazón de Jack se aceleró, su emoción se elevó. Solo que había un posible problema; él pensaba que ella tal vez no lo podría ver, mientras flotaba a sus espaldas, viéndola trabajar silenciosa. Hacía mucho que no se veían, Elsa era ya toda una mujer - una muy bella - y era posible que ella haya dejado de creer en él, lo que implicaría un problema porque Jack resultaría invisible ante sus ojos. Suspiró, en un pequeño aliento a sí mismo, y se preparó para hacer su entrada.

Elsa ya había terminado de reconstruir su castillo y se encontraba en su interior cuando vio una sombra flotando a su espalda, y a la defensiva, con sus poderes a punto de disparar al intruso flotante, gritó:

-¡¿Quién anda ahí?!

-Elsa, ¿Es que ya no me reconoces?

Aquella voz inesperada que conocía su nombre - y era particular y lejanamente familiar - provocó en Elsa temor, e hizo que sus poderes reaccionaran a modo de defensa. Disparó filosos picos de hielo hacia la sombra sobre su cabeza que no podía distinguir, pero este los bloqueo con una barrera de hielo... ¡Hielo! ¿Cómo es que alguien más que ella podía tener poderes de hielo? Jack la miro desde las sombras, Elsa seguía sin recordarlo. Lentamente se movió para hacerse más visible a la luz que ingresaba por el techo de cristal. Elsa se sobresaltó al ver que era un chico el que flotaba, con cabello blanco e inconfundibles ojos azulados. Eran lo que más sobresaltaba de su tez blanca; casi se podía sentir la presión que ejercían al mirarla, eran penetrantes y con cierto brillo excitante.

-Tú... ¿Quién eres?

-Eh, eh... tranquila, no voy a hacerte daño. –Jack alzó sus manos en una clara señal de paz. Pero Elsa no pareció entenderlo, solo sentía temor.

-¿Quién eres? ¿Y cómo me encontraste?

-Yo te estaba, creí... creí que no podías verme más, pero al parecer sí puedes. - silbó con asombro para luego sonreírse de lado. - Ese es un gran avance.

-¿Cómo que verte otra vez? ¿De qué hablas? - Elsa no podía comprender la intrusión de aquel extraño hombre. - Aguarda, ¡todavía no me has dicho quién eres!

-Oh, sí, lo siento, que torpe. Mi nombre es Jack Frost. Soy un Guardián.

¿Y eso qué explica?

-¿Quién?

-El Guardián Jack Frost.

-¿Guardián? Pe-pero no entiendo ¿Por qué estás aquí? –Elsa tartamudeaba mientras trataba de no demostrar el miedo y la ansiedad que la recorría. Los cabellos de su nuca se erizaron.

-Es que yo... Bueno, es una larga historia. - suspiró.- Huh, ¿por dónde empezar? Yo... -No podía reunir las palabras para explicarle su propósito y recordarle quién era. Recordaba el consejo de los Guardianes; haz cualquier cosa para que tu protegido no se asuste, es mucho para asumir a la ligera. Sé demostrativo y simple.

Jack extendió su mano derecha hacia la joven blonda, formando un pequeño remolino de nieve azul en el centro de su palma, este mostraba un pequeño recuerdo de ellos dos riendo cuando Elsa era muy pequeña. Era un pequeño y frágil recuerdo de su corta amistad. Las partículas de nieve se agrupaban y desordenaban cambiando de recuerdo de a poco. Elsa no podía apartar la mirada de la mano de Jack, sin comprender del todo. Pero recordando.

-¿Jack? – su nombre brotó y escapó de sus labios.

-Huh… sí. El mismo. - gracias a Dios lo había entendido y no entró en pánico. Otro avance. - En fin, debes estar preguntándote qué hago aquí. – paró para mirarla; su rostro era la vívida imagen de la sorpresa. Dado que la boca de la chica seguía abierta, Jack tocó con delicadeza su barbilla y la cerró.

- Lo que vine a hacer es ayudarte a controlar tus poderes, he visto que tienes problemas con ello...

¿QUÉ? ¿Después de haber desaparecido, es eso por lo que regresa?

-¿E-Estás... Estás demente? - estalló - ¿Quién te dijo que necesitaba ayuda?

-Huh, bueno, esa también una larga historia. Al menos entre los Guardianes te conocemos como la Reina de las Nieves, por si eso no es bastante obvio. Y también conocemos las dificultades que has tenido y…

-¿La qué? N-No importa. - sacudió la cabeza. - Pues no sé que clase de información tienes... Jack. Pero no te necesito, ya los puedo controlar perfectamente desde hace tiempo. No necesito un guardia personal ni lecciones de magia. Gracias y puedes irte. - señaló la puerta con decisión para que fuese obvio que quería que se marchara.

-No, Elsa, no comprendes. En verdad debo ayudarte.

-¿Y quién eres tú para hacerlo? - no le podía caber en la cabeza la idea de él viniendo a sus dominios a decirle qué debía hacer. ¿Acaso no era libre de hacer lo que se le plazca, y más ahora que tenía control sobre sí misma y su magia?

-Soy tú Guardián. - se encogió de hombros.

-¿Mi Guardián? No he pedido eso. Y en tal caso que lo fueras, ¿por qué me dejaste sola cuando más lo necesite? ¿HUH? ¡Era una pequeña niña y desapareciste como si nada! ¿Y ahora clamas ser mi guardia o algo, así como si nada? - demasiados sentimientos colisionaban y se arremolinaban en su mente. No podía estallar, contrólate. Dio un gran suspiro, alejando la rabia que florecía en su pecho.- Vete, Jack, tu ayuda la necesité hace mucho pero logre controlar mis poderes sola, no tienes nada que hacer aquí.

-Auch, que fría... - él simplemente no había sucumbido a su comentario que claramente decía que no lo quería allí. Pero si no lo quería, debía hacer que lo hiciese. -¿Acaso desayunas cubos de hielo? - al ver la cara de enfado y cero gracia de la joven, prefirió ahorrarse más bromas. - Ya no eres la niña que solías ser. Luego te explicaré por qué me fui en ese entonces...

-Oh, déjame adivinar. ¿Una larga historia?

Bam. Sí que la agarré en un mal día hoy. Se pensó Jack, pero la sonrisa traviesa no desapareció de su lugar.

-Sí, muy larga. Pero vine además a enseñarte más cosas sobre tus poderes y a, bueno, analizar tu situación.

-¡¿Disculpa?!

-Yo solo obedezco órdenes, así que sé buena chica y haz fáciles las cosas. ¿Quieres, Elsa?

-¿Y quién te ha dado a ti ese permiso? - no podía salir de la incredulidad. ¿Cómo alguien podía simplemente llegar a tu puerta y decir que analizará tu vida? ¿Quién merecía tal cambio abrupto?

-No, pero los Guardianes te asignaron como mi misión para enseñarte a controlar tu magia. Sabes que posees una muy especial; bella pero a la vez peligrosa. Y no puede estar en manos de cualquiera. Por eso, como un conocedor, soy yo el que te ayudará. También podré evaluar tu uso de la misma, y enseñarte algunos trucos para que puedas manejarlos sin destruir todo a tu alrededor. Los Guardianes conocerán tu situación y así sabrán que no eres una... amenaza, se podría decir.

-¿AMENAZA?

-¡No! Lo siento, palabra equivocada. - respondió pronto antes de sacar a Elsa de sus casillas. - Quise decir peligrosa. Aunque sé que no lo eres. Es solo para que los Guardianes se aseguren de ello. Oh, y estaré aquí los días que tú quieras pero mínimo, para evaluarte y eso, serán tres.

-¿Cómo que aquí? ¿Te quedarás en el palacio?

-¿Dónde más quieres que me quede?

-¡Pues no aquí!

-No tengo dónde más que ir... - canturreó.

-Oh, no, no, no. De ninguna manera te quedarás aquí.

-¿Por qué, Elsa? ¿Acaso te asusta que esté aquí?

-¿QUÉ? ¡NO!

-Yo no muerdo. -sostuvo su sonrisa chueca. La estaba haciendo sentir incómoda, lo pudo notar por el color de sus mejillas.

-Bien, entonces rechazo esta... misión o lo que sea. No la necesito. Y diles a tus Guardianes que soy perfectamente estable y nada de lo que preocuparse. - comenzó a empujar a Jack a la salida, pero este se clavó en el suelo. Tomó su mano que estaba sobre su pecho.

-No puedo rechazar una misión como esta, Elsa. Debo ayudarte, es mi deber, así que no hay otra opción que aceptar.

Elsa suspiró, no ganaría esta batalla, y eso la irritaba.

-Y si lo haces, si cumples con la misión en el lapso de los tres días, ¿después te marcharás?

-Sip, lo prometo. A menos que pidas que me quede más tiempo. - arqueó su ceja insinuando... ¡no! Aleja ese pensamiento, se dijo Elsa a sí misma ante el gesto del chico.

-Bien. Tres días y nada más.

-Cuatro... - Jack arrugó los ojos, deseando la posibilidad de aprovecharse del límite de días.

-Dos y medio.

-Está bien, esta bien. Tres serán.

-No más ni menos, oíste.

-Perfecto. - soltó su mano que había olvidado que estaba sosteniendo y caminó hacia las largas escaleras de hielo sólido. Silbó, sorprendido, mientras admiraba el detallado trabajo de las mismas y el castillo en sí. Elsa refunfuñó por lo bajo y lo siguió a paso pesado.

-¿Y qué se supone que haga yo?

-Sólo seguir las órdenes de tu Guardián. Una vida facilitada, garantizado. - guiñó su ojo en dirección a ella.

-¿Facilitada? Cómo no... - masculló.

- ¿Sabes?, ha sido un largo viaje hasta aquí, será mejor dormir, ¿no?

Otro suspiro.

-No tengo cuarto de invitados. En verdad, no estaba esperando a nadie.

-Entonces dormiremos en la misma habitación.

¿Qué, qué?

-¡Ni hablar!

-No veo ningún sofá pro aquí para dormir así que... Tendrá que ser tu cuarto. Los Guardianes dormimos, ¿sabías?

-Debes estar bromeando... Pero... Pero... ni siquiera tengo dos camas. - ni una, a decir verdad. No había tenido tiempo de armar muebles por la interrupción de su "Guardián".

-No te preocupes, para eso están los poderes.

Considerando que era demasiado tarde, ambos subieron a una de las habitaciones del palacio, la que dirigía al balcón principal.

-Este lugar será perfecto para que durmamos, por separados obviamente. Yo tomaré esta esquina, tu aquella. - dijo Elsa con frialdad. Detestaba la idea de que Jack se haya salido con la suya desde que puso un pie en su palacio.

-Genial.

Los dos alzaron sus manos de las cuales se desprendieron ventiscas de hielo que dieron formas a dos camas, con colchón y almohadas de nieve suaves como nubes esponjosas.

-Hasta mañana, Reina Elsa. Mañana será un agotador día trabajando con tus poderes. - dijo Jack con una sonrisa traviesa en la boca, reposando en su cama de hielo. Elsa le parecía un tanto... interesante. Era como una bóveda sellada, jamás abierta por alguien. O al menos eso reflejaba.

Fría, reservada. Sus ojos celestes como el cielo parecían hablar lo que parecían palabras mudas, las que Jack se moría por saber qué decían. Como alguien a quien debía descubrir. El hecho de vivir con ella tres días o más le parecía tan oportuno como emocionante. Sin duda, lo sería .

Elsa se dignó a mirarlo con frialdad. Se sentía acosada y controlada en cierto punto. Aunque no era tan así, porque sino no hubiese aceptado aquella locura. Respondió, desde su respectivo lecho.

-Hasta... hasta mañana. - dijo por cortesía. Y se dio la vuelta para darle la espalda a Jack, seguía molesta y no podía comprender del todo el motivo. Sí, porque la había abandonado de pequeña y reaparecido inesperadamente. Su visita se sentía como una roca. Ella necesitaba explicaciones, y las conseguiría al día siguiente.

Por su parte, Jack se quedó mirándola, aunque sea su espalda y brillante cabello rubio. Su silueta relucía ante las luces de la noche.

Todavía estaba sonriente, como un bobo. Y creía saber el por qué.

-Descansa, Elsa.

Fin del Capítulo 1.
http://lovejelsa.blogspot.com.ar/2014/01/jelsa-una-historia-de-amor-verdadero_8715.html









28 comentarios:

  1. por favor britanny o como te llames sube el cap 5 porfaaaaaaaa :)

    ResponderBorrar
  2. Me gusta mucho tu magnifica historia, me parece sorprendente

    ResponderBorrar
  3. pon el capitulo dos porfa esta intensa estaz historia

    ResponderBorrar
  4. que hermosa historia casi lloro por que es lo que me paso a mi y no saben como se siente la neta yo sentia qe me pegaban cuando me dolia el corazon comiensa asi
    CUANDO YO TENIA 4 YO CONOSI A UN CHICO LLAMADO FILIP Y EL ME CUIDO Y PROTEJIO Y AL PASO DEL TIEMPO ME DEJO SOLA YA NO LO VOLVI A VER SINO CUANDO YO CUPLI 12 Y EL SE ACERCO Y DIJO ME RECONOSS Y COMO SU VOS LA RECORDE SALI CORRIENDO Y COMENSE A LLORAR Y HUY A MI CASA CLUP Y EN ESO ENTRA EL Y DIJO QUE SU MISION ES AYUDARME A MI PERO LO MINIMO ERAAN 3 DIAS Y YO ACEPTE COMO ESOS DIAS MIS PADRES ESTABAN DE VIAJE DE NEGOCIOS YO ME QUEDE SOLA COON FILIP Y ESA NOCHE NOS ACOSTAMOS EL EN EL PISO Y YO EN EL SILLON Y ME DI LA VUELTA Y COMENSE A LLORAR DICIENDOME EN LA MENTE EL TE DEJO Y VOLVIO NO SABE COMO ME DOLIO EL CORAZON Y LLORANDO EL ME DIJO EN LA ESPALDO QUE TENGAS BUENAS NOCHES YO NO LE RESPONDI Y SEGUI LLORANDO Y PENSANDO COMO ME SENTI ESE DIA TAN FEO QUE YA NO LO VOLVEREA RECORDAD Y AHORA SIGO MOLESTA CON EL PERO CASI LOPERDONO

    ResponderBorrar
  5. Adore este capitulo es muy lindo me conmovio

    ResponderBorrar
  6. Es lo mas tierno q he leido. Tiene una gran fanatica aqui. Srta. Britanny espero q escriba mas capitulos pero no involucre a rapunzel, periwinckle u otra chica q se queden juntos si xfa

    ResponderBorrar
  7. Hola Britanny como estas me gustaron tu blog y tu fan fiction oye amiga si quieres puedes pasarte y ver mi blog este es el link de mi blog http://rincondedisneyyanmie.blogspot.com/

    ResponderBorrar
  8. hola soy nueva en esto y no encuentro el capitulo 2 me diriras por favor donde esta?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. por supuesto, te dejo el link http://lovejelsa.blogspot.com.ar/2014/01/jelsa-una-historia-de-amor-verdadero_8715.html puedes encontrar el resco a la derecha en el gadget que dice "LA HISTORIA". Espero con los dedos cuzados que te guste! :D

      Borrar
    2. lo que pasa es que entro al link y me sale el capitulo 7

      Borrar
  9. tienes que madurar un poco los diálogos, son algo previsibles. Después tienes que dejar paso al misterio para que el lector se imagine las situaciones, por ejemplo cuando Jack esta escondido a en la penumbra no digas que es Jack deja que el lector se lo imagine y solo di que es Jack cuando salga de la penumbra, así le das emoción :).
    Me refiero al capitulo 1 que es el que me he leído por ahora, pero promete mucho la historia me ha gusta ^^

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Por cierto tampoco encuentro el capitulo 2, en la parte 2 que hay en la leyenda de al lado me salta al capitulo 7 :(

      Borrar
  10. eemmm te ayudo con algo... es monstruo no mounstro...

    ResponderBorrar
  11. y segundo... me gusta que la gente se inspire y mas que todo acople tu historia a la de la pelicula te has ganado otro lector... buen trabajo y sigue asi ^^

    ResponderBorrar
  12. En ves del cap. 2 sale el 7. :/

    ResponderBorrar
  13. Hola,amo está historia!!#OtraFanLokaDeJelsaJeje

    ResponderBorrar
  14. me encanta esta genial tengo una pregunta puedo inprimir la historia por que mi papa me regaña si uso mucho la computadora o la tableta pliss puedo imprimirla para poder seguir leyendo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario. Claro que sí puedes imprimirla si quieres! Saludos.

      Borrar
  15. ees tan hermosa ojala que saquen una peli

    ResponderBorrar
  16. Estoy leyendo esto otra vez y estoy muy feliz y emocionada!!!!

    ResponderBorrar
  17. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  18. No importa cuánto tiempo pase, está historia siempre estará entre mis favoritas <3

    ResponderBorrar
  19. Me encanta 💕
    Esto fue lo primero que leí sobre Jelsa y fue hace 4 años

    ResponderBorrar
  20. Ya an pasado tantos años...
    Yo leí esto cuando tenía 12 :")
    Y mira ahora lo vuelvo a leer con 18 años... De verdad está es la mejor historia de jelsa que eh leído en mi vida... Gracias por esos lindos recuerdos :") ♥️

    ResponderBorrar
  21. Adoro la historia debería ser conocida mundialmente para Disney y así sacar a la luz la verdadera historia de Elsa y Jack Frost y así obtener un hermoso final feliz para su historia

    ResponderBorrar